Desde el estallido de la guerra, que ha puesto en peligro a 7,5 millones de niños, hemos tomado medidas inmediatas, a través de una alianza con nuestro socio ChildFund Alemania, para proporcionar ayuda a los niños y sus familias que han cruzado la frontera de Moldavia.
El Contexto
Moldavia es un pequeño país situado entre el sur de Ucrania y Rumanía, con una población de unos 3,5 millones de personas y que actualmente es el país con mayor número de refugiados per cápita. El principal punto de entrada de las personas que huyen de Ucrania es Palanca, en el sur, a pocos kilómetros de Odesa, una ciudad con más de un millón de habitantes. Además de Palanca, hay otros 8 puntos de entrada de Ucrania a Moldavia.
WeWorld está presente en Moldavia para prestar ayuda a los niños, niñas y familias ucranianas que cruzan la frontera.
Nuestra Intervención
WeWorld ha decidido intervenir en Moldavia, actualmente una de las fronteras más calientes del frente sur de la guerra en Ucrania, que se ha convertido en un lugar de refugio para muchas familias en dificultades. En Palanca, se instalarán cuatro centros de tránsito de emergencia para prestar primeros auxilios a hombres, mujeres, niñas y niños mediante la distribución de alimentos y productos de primera necesidad. También garantizamos el apoyo mediante asesoramiento jurídico, apoyo psicológico, cursos de idiomas y, si lo desean, servicios de reubicación para que las familias que han perdido su hogar puedan encontrar un alojamiento seguro. Los niños y adolescentes también tienen garantizado un espacio infantil donde pueden recibir apoyo psicológico, jugar, descansar y recuperar un poco de normalidad, lo cual es esencial para mirar al futuro.
WeWorld también responde a la crisis ucraniana en Italia poniéndose a disposición de las mujeres que huyen junto con sus hijos, que pueden encontrar un lugar seguro en los Espacios para Mujeres de WeWorld en Milán y Bolonia. Aquí, gracias al servicio de mediación lingüística y cultural, las mujeres ucranianas podrán realizar cursos de italiano, recibir apoyo psicológico y asistir a cursos de orientación laboral que les ayuden a recuperar su independencia social y económica. Mientras las madres están ocupadas, los más pequeños serán acogidos en la zona de cuidado infantil, diseñada para que los niños y niñas puedan jugar en un entorno protegido.