WeWorld lleva trabajando en la República Democrática del Congo desde el 2020, con intervenciones para hacer frente a la inseguridad alimentaria y garantizar el acceso a la atención sanitaria.
El contexto
Los conflictos en la región de Kivu del Sur y Kivu del Norte tienen repercusiones tanto para las poblaciones desplazadas como para las comunidades de acogida.
En esta zona, muchas familias son víctimas de saqueos por parte de los combatientes o han tenido que dejar sus pocas pertenencias debido al continuo desplazamiento.
La falta de bienes esenciales para la supervivencia de las familias desplazadas hace que las condiciones de vida sean muy difíciles en las zonas de acogida, pero también al regresar a sus zonas de origen.
Mientras que los desplazados internos que viven en comunidades pueden beneficiarse de la solidaridad de las familias de acogida, los que viven en lugares espontáneos suelen tener una vulnerabilidad mucho mayor.
Desde el punto de vista nutricional, los datos muestran tasas de malnutrición superiores al umbral de emergencia del 2%.
Los niños y las mujeres embarazadas y lactantes son los más vulnerables. En general, las poblaciones desplazadas y las familias de acogida están agotando sus reservas de alimentos, sin poder renovar su producción agrícola. En mayo de 2019, las encuestas específicas revelaron una situación nutricional crítica en las mujeres en edad reproductiva y un estancamiento de la malnutrición en los niños menores de 5 años. Los factores subyacentes de la malnutrición siguen siendo el escaso acceso a los servicios sanitarios, la mala calidad del agua y la inseguridad.